El fibrocemento es un material compuesto por fibras de refuerzo y cemento, que posee grandes propiedades dentro de la industria de la construcción. Aunque su manipulación se vincula con riesgos inherentes sobre la salud de los trabajadores, la presencia de estas estructuras no implica una situación de riesgo directa.
Hoy en día, existen varias empresas que se dedican a retirar estos productos con amianto, para cumplir con las exigencias que se impusieron en el año 2001, en España. Las personas interesadas en llevar a cabo este proceso tienen la oportunidad de contactar a verdaderos profesionales a través de Internet, por supuesto, en el marco de lo establecido en la Ley Protección de Datos.
Tras la prohibición del uso del asbesto, muchos clientes se han dedicado a eliminar cualquier objeto que contenga este compuesto, con la orientación de compañías especializadas. Infortunadamente, algunos prefieren realizar estas labores sin la ayuda de los expertos, exponiéndose al peligro de entrar en contacto con estas partículas que permanecen suspendidas en el aire.
Principales usos del fibrocemento
La principal característica de este elemento es que las placas poseen propiedades especiales en la contracción, lo cual hace que sean fáciles de perforar y de cortar. Por lo general, se utiliza con frecuencia en las cubiertas para protegerlas de las condiciones adversas del ambiente y en instalaciones provisionales, como cobertizos y naves industriales, por su bajo coste.
Otras aplicaciones tradicionales donde pueden encontrarse los materiales con amianto son el aislamiento térmico, acústico o eléctrico; embragues de vehículos, materiales de fricción en frenos y maquinaria; refuerzo para optimizar la resistencia a la tracción; y otros como canaleras, bajantes, cumbreras, depósitos, etc.
¿Qué es la friabilidad?
Es un punto que llama la atención desde la perspectiva de la prevención de riesgos, ya que se trata de la capacidad para liberar las fibras de asbesto que contiene. Con base a esto, se establecen dos grupos: materiales friables, que puede ser reducido a polvo de forma manual; y no friables que necesita la acción mecánica para ser desmoronado.
Indudablemente, el primer tipo es el más peligroso, porque son susceptibles a liberar con facilidad las fibras en caso de choques, movimientos o vibraciones; mientras que la segunda opción no se desprende con la misma facilidad, a menos que actúe la fuerza de una maquinaria o por fractura.
Algunos componentes como el cemento son capaces de retener las partículas con mayor fuerza, mientras que el yeso no logra lo mismo. Sin embargo, la friabilidad aumenta con el paso del tiempo y empieza su deterioro.
Los especialistas en el mercado te pueden orientar en relación con los requisitos básicos para iniciar el retiro de piezas con fibrocemento. Ellos pondrán a tu disposición todo el equipo técnico y los recursos para que se lleve a cabo sin percances.