Cuando se piensa en la prehistoria y los cavernícolas, uno se los imagina blandiendo instrumentos de piedra, palo y cuero. El que esta imagen forme parte de la cultura popular nos demuestra la importancia de los maderos desde el principio de la humanidad y los avances en la ciencia y maquinaria madera han permitido volver expedito el proceso de trabajarlos.
Las propiedades de la madera son muchas dependiendo de su origen, aunque todas comparten unas características básicas; como el hecho de ser un recurso renovable y capaz de absorber la humedad del aire. Esto permite que en las situaciones correctas, puertos, embarcaciones y otros, se expanda y selle cualquier fisura en los tablones.
Es altamente compatible con sustancias a base de agua, pinturas por nombrar una; y para los que saben usarla con ventaja se tiene la veta. Esta es una sección interesante que se puede convertir en un delicado violín Stradivarius o en la viga más fuerte, que soporta el peso de una casa.
Hablando específicamente de las diferencias entre maderas blandas y duras, las primeras crecen rápido y resultan entonces más baratas y accesibles, pero tienden a ser menos longevas y resistentes, ejemplos serían los abedules, pinos y abetos.
Por otro lado, las segundas tienen mayor atractivo y preferencia del mercado, por su diseño de vetas natural y alta resistencia a los elementos. Sin embargo, debido al largo tiempo que requiere el árbol para crecer, resultan ser caras y escasas, ejemplares típicos podrían ser los nogales, hayas y robles.
No obstante, antes de que el carpintero o artista empiece con los detalles artísticos o técnicos, hay que hacer el trabajo de transformar un tronco crudo, por así decirlo, en tablas, contrachapados y listones. Y esto es una labor pesada, básicamente imposible, si se hiciera a mano cada vez.
Afortunadamente, los humanos siempre están pensando cómo lograr resultados óptimos con el menor esfuerzo posible, por eso en la actualidad, las máquinas que procesan este componente son fáciles de encontrar, comprar y programar. Pudiéndose hasta elegir el adquirir una nueva o de segunda mano. Solo es cuestión de saber con exactitud lo que se necesita, y buscarlo.