El derecho es una ciencia muy amplia que tiene tantas especialidades como aspectos sociales podemos definir, y ya que la familia es el núcleo fundamental de la sociedad, existe un tipo de Abogado en Getxo para ayudar a resolver o tramitar cada asunto relacionado con tan importante tema.
Cuando se trata de la familia, no es necesario imaginar grandes conflictos para que sea oportuna la asesoría o representación de un abogado. Ciertamente, este ámbito no escapa de las realidades contenciosas, pero muchos de los asuntos se tratan de solicitudes tramitadas con el común acuerdo de los familiares.
De esta forma, podemos hacer mención a las solicitudes de divorcio y todo lo que esto conlleva cuando existen hijos comunes entre los cónyuges, tales como la determinación de la guarda y custodia. Así mismo, se incluyen dentro del derecho de familia, aquellos casos relacionados con una sucesión y la partición de una herencia.
En principio, no se supone que estos casos deban ser tramitados bajo modalidades contenciosas, sin embargo, la práctica profesional ha demostrado que aun en las mejores familias, pueden ocurrir los pleitos más complejos.
Responsabilidad y discreción
Todos los casos de familia tienen como característica común que tocan la intimidad de los involucrados, por ello, si la contratación de un abogado es necesaria es importante prestar atención a los valores que definen su actuar profesional.
Frente a la incomodidad que supone ventilar asuntos personales frente a un desconocido, no es descabellado querer indagar sobre su capacidad de discreción y responsabilidad en el cumplimiento de su deber.
Así mismo, cuando se trata de asuntos tan personales es natural que nuestro ánimo se vea negativamente afectado y es por ello que, además de las habilidades en el ejercicio de su profesión, este tipo de casos particularmente requiere de profesionales que sepan acompañar a su cliente desde una perspectiva humana.
Este es el caso de los abogados de herencias cuyo trabajo es en representación de personas que atraviesan por la pérdida de un familiar y su atención está más enfocada en superar el dolor, que cumplir con obligaciones tributarias o notariales.
Ahora bien, un buen abogado es aquel que tiene la capacidad de resolver un conflicto, pero es todavía mejor aquel que logra evitarlo. Esta es la forma idónea de tramitar los asuntos de familia, pactando acuerdos en un clima amistoso, que permita a los involucrados superar progresivamente los eventos que le afectan social, jurídica y emocionalmente.
Sin embargo, esto no le será posible al abogado si usted no le contacta de forma oportuna. Tenga en cuenta esta recomendación antes de recurrir a vías conflictivas que compliquen tanto la solución de su caso como su estado emocional.