A la hora de pedir un préstamo, las empresas de capital privado cuentan con una increíble cantidad de opciones que pueden ser útiles frente a una crisis. Por consecuencia, los potenciales clientes tienen que decidir entre un abanico de posibilidades, cuál es la alternativa que más le conviene. Una de las más comunes es la financiación con garantía hipotecaria.
La principal característica de este tipo de transacciones es que solo se concede con la aportación de una garantía de hipoteca sobre un bien inmueble, una propiedad del solicitante o su accionista. El contrato que se realiza debe ser firmado ante un Notario, para que quede formalizado el procedimiento.
Para algunas compañías, la intención del interesado no es lo más importante. Esto quiere decir que podrá pedir el dinero sin necesidad de dar explicaciones sobre su inconveniente. De esta manera, podrá utilizarlo para pagar embargos, salir de los ficheros de morosos (RAI o Asnef), para subastas o, simplemente, solventar un problema de liquidez.
Otra gran ventaja de este producto financiero, es que estas empresas cuentan con diferentes fuentes de capitales privados; por lo tanto, la concesión del préstamo es mucho más ágil y, en tan solo pocos días, el cliente tendrá el dinero en su cuenta y logrará resolver rápidamente su dificultad.
Por otro lado, no hace falta cumplir con una larga lista de requisitos, ni recaudar cientos de documentos. Básicamente, lo más importante es que tenga un inmueble que sirva como una garantía real de la hipoteca. Además de esto, se encargan de la documentación y la tasación, sin gastos adicionales por la evaluación del caso.
Actualmente, muchas personas están optando por este tipo de propuestas por sus beneficios. Si tiene en mente hacer este trámite, consulte a los expertos y olvídese de los quebraderos de cabeza que causan las deudas.